Un desfile inolvidable en los Alpes franceses como antesala a un fin de semana de lujo en Courchevel. Acabada la semana de la moda de París Moncler sacó a relucir su poder con la experiencia Moncler Grenoble. Más de 400 invitados disfrutaron de un fin de semana inmersivo en Courchevel, con cenas en restaurantes de estrellas Michelin, alojamiento en chalets de cinco estrellas y visitas a las exclusivas boutiques de la marca. La colección Moncler Grenoble, diseñada para la alta montaña con un toque de sofisticación, encajó a la perfección en este enclave donde la moda y el lujo se fusionan con el deporte.
Un escenario de ensueño
Cuando el desfile estaba a punto de comenzar, una tormenta de nieve cubrió el Altiport, convirtiéndolo en un globo de nieve gigante iluminado por láseres. Todos los asistentes, incluidos los músicos de una orquesta en vivo, fueron cubiertos con cápsulas acolchadas de Moncler, creando un paisaje monocromático de figuras encapuchadas. Entre los invitados más destacados se encontraban Anne Hathaway, Adrien Brody, Jessica Chastain, Penn Badgley, Brooklyn Beckham, Cindy Bruna, entre otros. Brody, tras su segundo Oscar, bromeó diciendo que su atuendo completamente negro le hacía sentir como un villano de James Bond.
Moda de alto rendimiento con un toque de glamour
Mientras la nieve caía, las modelos desfilaron con absoluta determinación, vistiendo trajes de esquí de alto rendimiento, chaquetas de denim impermeable, botas estilo Moon Boot en colaboración con la marca, y abrigos acolchados con un diseño futurista. Iconos de la moda como Amber Valletta, Adriana Lima, Doutzen Kroes y Eva Herzigova dominaron la pasarela con su presencia imponente.
Las prendas combinaron funcionalidad y sofisticación: desde abrigos de punto grueso e intarsia hasta chaquetas ceñidas con cinturón. Destacaron también las propuestas para un invierno en la ciudad, con conjuntos de falda y suéter de bouclé con grandes cuellos de pelo.
Un cierre apoteósico
El gran final fue una escena digna de Broadway: 140 modelos se alinearon en la pista, iluminados por un único foco, mientras la orquesta interpretaba Bittersweet Symphony de The Verve. La nieve brillaba en la luz, creando una postal irrepetible de moda y naturaleza en su máxima expresión. El público, sobrecogido por la magnitud del espectáculo, estalló en aplausos, confirmando una vez más que cuando se trata de fusionar moda y performance, Moncler no tiene rival.
