AlmaBarcelona reinventa su terraza «El Jardín del Alma»

Barcelona. (BCN FASHION PRESS).- AlmaBarcelona abrió este martes la nueva terraza urbana «El jardín del Alma». El hotel ha reinventado su terraza-jardín para que los barceloneses, huéspedes y visitantes puedan disfrutar de una experiencia única con una nueva propuesta gastronómica.

Por su particular encanto, el hotel es frecuentado por un público que en su mayoría procede del sector de la cultura y el arte, como Isabel Coixet, Jordan Scott o Candela Peña, entre otros muchos. El mismo Woody Allen se hospedó en este hotel que se diferencia del resto por pequeños, pero a la vez, grandes detalles, como sus colchones diseñados en un taller artesanal de Pamplona especialmente creados para el establecimiento.

Con la nueva temporada de verano, el AlmaBarcelona ha abierto este espacio verde, tranquilo y discreto que ofrece una exquisita carta de snacks y cócteles para saborear a cualquier hora del día: tempuras, verduritas crunch, tablas de embutidos y quesos, ostras, sandwiches y deliciosos dulces.

Destacable es también la propuesta gastronómica del restaurante-terraza, una extensión del salón del hotel, pero que permite disfrutar de la brisa del magnífico jardín, en un entorno agradable e íntimo para degustar una carta mediterránea y de cocina de autor.

La carta se compone de una apetitosa selección de entrantes -entre los que destacan el carpaccio de atún o el mar y montaña de garbanzos, butifarra y calamarcitos-, platos principales -como el sabroso bacalao confitado o el gustoso filete de buey- y los postres – el «Coulant» de chocolate o el «Recruit de Fonteta» entre otros-. Recomendable por su calidad-precio es el menú degustación. Y todo ello acompañado por una sublime carta de bodega.

El Jardín del Alma es un auténtico oasis en la ciudad, a pocos metros del Passeig de Gràcia, con un cuidado diseño firmado por Nori Furlan y Paco Llonch, en el que abundan los materiales nobles y naturales como los suelos de pizarra y los tejidos de lino.

Imagen superior: © Olga Planas