En el marco de la Barcelona Bridal Fashion Week la diseñadora Andrea Lalanza presentó el pasado 23 de abril su nueva colección ‘Dreams II’, una evocadora propuesta nupcial que reafirma su maestría en el arte y la confección artesanal.
Con atelier propio en Barcelona, Andrea Lalanza ha construido una firma que trasciende la etiqueta de marca para convertirse en una experiencia personalizada. Su enfoque combina romanticismo clásico con una estética contemporánea, elaborando vestidos a medida que exaltan la individualidad y cuentan historias de amor auténticas.
Cada creación nace de su mano, desde el primer boceto hasta el último detalle, garantizando exclusividad, elegancia y un ajuste perfecto.
La colección ‘Dreams II’ es una celebración sensorial del Mediterráneo, la naturaleza y la esencia femenina. Pensada para novias que desean sentirse especiales sin renunciar a su verdadera identidad, esta nueva propuesta de la diseñadora está impregnada de autenticidad y carácter. Telas naturales y orgánicas como el algodón, la seda y los linos fluidos son las grandes protagonistas, aportando una ligereza envolvente y una textura que conecta con la piel de forma sutil y armoniosa.
Con un abanico de siluetas que va desde los cortes imperio hasta faldas vaporosas y estructuras más contemporáneas, ‘Dreams II’ se adapta a la diversidad de cuerpos y estilos. Las transparencias suaves, las superposiciones delicadas y los bordados artesanales componen un lenguaje visual etéreo y romántico, que subraya la belleza natural de cada mujer sin artificios innecesarios.
El desfile se destacó por su sobriedad escénica y su capacidad de emocionar a través del detalle. Cada vestido parecía fluir con vida propia, acompañado de una paleta cromática en blancos puros, marfiles suaves y toques de luz cálida que evocaban paisajes costeros.
Con ‘Dreams II’, Andrea Lalanza reafirma su compromiso con la excelencia y la sostenibilidad, y eleva su propuesta a un plano artístico donde la moda se convierte en lenguaje poético. Su colección conecta con la novia contemporánea que busca algo más que un vestido: una experiencia íntima, personalizada y profundamente emocional.
La puesta en escena fue un reflejo del ADN del atelier: calma, precisión y una estética impecable.
