Este mes de abril Barcelona se erige como la capital mundial de la moda nupcial. Giambattista Valli, un referente en la industria, no escatima elogios, y se pronuncia en ese sentido al afirmar que Barcelona es el lugar más idóneo para debutar con su colección para novias.
Esta idoneidad quedó clara a finales del año pasado, cuando la Bridal comunicó que Valli será el Guest Designer de esta edición. Este reconocimiento pone de manifiesto la importancia que la ciudad ha adquirido en el ámbito de la alta costura y la moda nupcial internacional.
Desde París hasta Barcelona, el prestigioso diseñador elige la Barcelona Bridal Fashion Week para presentar su colección de vestidos de novia por primera vez. Este exclusivo desfile se llevará a cabo durante la Barcelona Bridal Night, la noche de gala del evento.
La Llotja de Mar, locación escogida, destaca por su elegancia e indiscutible valor histórico. Situada en el corazón del centro de Barcelona y frente al mar, se presenta como el escenario perfecto para este evento de alto calibre. Con 10 salones majestuosos, entre ellos el Saló Daurat y el Saló de Contractacions, La Llotja es un monumento significativo que representa la economía y la cultura de la ciudad.
Aún no se conocen detalles del recinto que albergará el evento. Pero alguno de los espacios a tener en cuenta son el Saló Daurat; con su tapiz de seda de Damasco y con capacidad para 200 personas, es uno de los lugares más singulares y artísticos. Mientras que el Saló de Contractacions, con su imponente altura de 14 metros, cuatro columnas y seis arcos, se destaca como la pieza arquitectónica más destacada de La Llotja, conservando su esplendor desde el periodo medieval.
Con una historia que se remonta al siglo XIII, La Llotja de Mar ha sido testigo de los cambios económicos y sociales de Cataluña. Desde su función original como sede para el creciente estamento mercantil hasta su transformación en una obra arquitectónica destacada, La Llotja ha vivido siglos de esplendor y decadencia.
En el siglo XVIII, La Llotja experimentó un crecimiento económico sostenido, y en 1802, se inauguró la nueva Llotja para conmemorar las bodas reales de los hijos del rey Carlos IV. A lo largo de los años, el edificio ha sido testigo de importantes eventos culturales, convirtiéndose en un símbolo de la historia de Barcelona.
Sus salones han sido testigo de importantes actos de relevancia, y la moda no es ajena a ello, de esta forma un símbolo de la gloria barcelonesa del pasado, se presenta en la actualidad como el escenario que refuerza el posicionamiento estratégico de Barcelona en la moda nupcial.
La participación de Giambattista Valli en la Barcelona Bridal Fashion Week no solo resalta la excelencia de la alta costura en la ciudad, sino que también eleva nuestra ciudad como un destino clave para las marcas de alta costura a nivel mundial, más allá de París, según Albasarí Caro, directora de BBFW.
